De todos los profesionales que nos dedicamos a la delimitación de la Propiedad, y desde la entrada en vigor de la ley para la coordinación del Registro de la Propiedad con el Catastro Inmobiliario o viceversa, no le resultará baladí este tema que sacamos a relucir en este pequeño artículo.

Existen unas parcelas, para todos conocidos como 9000, que son de índole público (autonómico, municipal, provincial, estatal). La cartografía de estas parcelas en el Catastro, demuestran en numerosos casos, que no se ajustan a la realidad. Nos explicaremos brevemente.

La utilización de metodología GPS en los trabajos, donde la aproximación centrimétrica impiden cualquier género de duda, nos muestra el dilema que, en los casos que los encargos limitan con esos 9000, los técnicos tienen que dirimir.

Los procesos en los que surgen discrepancias entre la cartografía obtenida de campo con la cartografía catastral, obligan tanto al Catastro como al Registro (dependiendo de donde se presente la representación obtenida) a comunicar a los linderos los cambios encontrados para su ratificación u oposición. A nivel privado, el acuerdo o desacuerdo puede ser solventado o, en última instancia, recurrir a la vía judicial.

Pero he aquí que, a nivel 9000, el técnico tiene un gran dilema. La notificación de la modificación de la cartografía catastral pública provoca una demora y una exigencia de documentación para su modificación de tal envergadura, que a la postre conlleva el mantenimiento de los límites y la no actualización de la cartografía a la realidad. ¿Qué hacer? Desde nuestra experiencia, y para evitar trastornos a la Propiedad, admitir la cartografía catastral de los 9000 evita todos estos problemas.

Pero este artículo no viene simplemente a expresar un criterio de trabajo. Desde aquí, nos gustaría expresar nuestro deseo de actualización de la cartografía (tanto Registral como Catastral) de los 9000. A la vista de los hechos, sería de desear por parte de los titulares de las parcelas 9000, concretaran una adecuación de sus parcelas a la realidad. Las imágenes que se aportan, muestran como, para evitar los deslindes con los 9000, la georreferenciación de la parcela queda mermada en detrimento de los titulares de los terrenos (cursos de agua donde no deben, caminos que ya no existen, etc…) Muchas fincas quedan por lo tanto mal delimitadas por el dichoso dilema de los 9000.